domingo, 22 de mayo de 2011

Embestida.

Me convierto en un animal infecundo de razón
que hace del frío la expresión de su aliento
y toma del hastío el manto con el que cubre su pesar
disimulando el ahogo al que se somete mi cansancio.

Te miro como queriendo que veas aún al ser humano
más tampoco puedo diferenciarte de una bestia
que con dulzura me enseñó a ser sometido
y acostumbrarme al picor malsano que producen las cadenas


Entonces,
vuelvo a olvidarme
del hombre que fui.

2 comentarios:

  1. Sin cadenas... Nunca olvides el hombre que eres

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin cadenas, viejo amigo. Aunque me haya costado muchas lágrimas romperlas.

      Eliminar